viernes, 4 de octubre de 2013

Tinta

DATOS:
Autora: Amanda Sun.
Título original: Ink.
Número de páginas: 335.
Saga: Dioses de papel, libro 1.
Año de publicación: 2013.
Traductora: Sandra Sánchez.
Editorial: Oz editorial.

SINOPSIS:
Con una frase cubierta porque me parece que desvela demasiado.

La tinta está en su sangre y con el amor, cobra vida.

Después de una tragedia familiar, lo último que quiere Katie Green es mudarse a Japón con su tía, pero no le queda otra opción que aprender el idioma y adaptarse a las costumbres japonesas.

Cuando conoce a Tomohiro, un maestro del kendo, se siente inmediatamente intrigada por él, pero a la vez asustada, porque cuando están juntos ocurren fenómenos extraños: los bolígrafos explotan, surgen gotas de tinta de la nada y los dibujos cobran vida. Katie no sabe que Tomohiro *está emparentado con los antiguos dioses de Japón y* tiene habilidades especiales. Habilidades cuyo control pierde cuando está junto a ella.

Hay personas interesadas en usar el don de Tomohiro para sus propios fines y están empezando a hacer preguntas. Katie nunca quiso mudarse a Japón, ahora quizá no salga de allí con vida.

MI OPINIÓN:
Soy débil, y en cuanto vi la portada del libro me llamó la atención, con esa pinta de estar ambientado en un país oriental. Empecé a leer la contraportada y cuando vi que estaba ambientado en Japón me faltaba tiempo para ir a la caja y llevármelo. Este libro ha revivido mi lado otaku, y me ha encantado.

Tinta nos cuenta la historia de Katie, una gaijin (extranjera) que está viviendo en Japón con su tía Diane, una profesora de inglés. Ella es estadounidense y nunca ha salido de su país, pero se ve obligada a hacerlo. Al principio del libro, nos cuenta cómo es duro para Katie estar en un país que conoce poco y con un idioma que no maneja completamente. Va a un instituto japonés, no a uno internacional como a ella le gustaría, pero poco a poco se va integrando. Incluso se apunta a los clubes que hay después de clase (esos que conocía gracias al anime ^^), como el de la ceremonia del té, o el club de kendo.
Portada americana, también preciosa.

Tomohiro es un chico de último curso (el bachiller allí dura tres años) al que Katie al principio ve como un macarra que deja a su novia de forma cruel, pero que dibuja de una forma excepcional. Cuando mira uno de sus dibujos, puede ver cómo se mueve... Y a partir de ahí empieza toda la historia. Me han gustado mucho los dos protagonistas, cómo se enfrentan a los problemas, cómo poco a poco se van uniendo por las cosas que les suceden... Es una relación que se va forjando poco a poco, no es amor instantáneo, y eso es un punto a favor del libro. Durante el libro pasan varios meses, no caen rendidos a los pies del otro a los dos días. Además, el don de Tomohiro mejora con la práctica, y se puede ver cómo evoluciona.

Al principio puede sonar a historia de "chico dice a chica que se aleje porque es peligroso, chica no hace caso", pero es más, y la historia es muy bonita.

Tengo que decir que hay un par de fragmentos que me han gustado tanto que he puesto marcadores a las páginas.
Si tengo que arder por eso, entonces yo mismo encenderé la maldita cerilla.

Los secundarios me han parecido más llanos y algunos más predecibles que los dos protagonistas, y sabía que cierto personaje escondía algo. Estaba más o menos claro, aunque eso no ha evitado que siguiese leyendo por saber qué hacían y cuáles eran sus reacciones, o a veces que la autora nos hacía creer una cosa y resultaba ser otra distinta...

La historia es muy amena y se lee muy bien, de vez en cuando la autora mete palabras en japonés con la traducción a pie de página, y muchas ya sabía cómo se pronunciaban y lo que significaban gracias al anime. Además, al final del libro hay un glosario. Pero sin duda lo que más me ha gustado de la edición son los dibujos. Más de una vez, se nos regala una imagen de cómo sería el dibujo que están viendo ellos, con el mismo estilo de pintura. Además, de vez en cuando hay pequeños dibujos en las esquinas de las páginas y gotas de tinta perdidas. Te ayuda a meterte en la historia, y hace del libro algo único.

A mí el libro me ha encantado, porque me gusta la cultura japonesa, me gustan los libros de gente con "habilidades especiales" (llamémoslo así) y me gusta la literatura juvenil... Y sí, me gustan esos finales que te dejan queriendo saber qué pasa en la continuación (me gusta sufrir en este sentido, aunque ya debería estar acostumbrada jeje).

¡Un sobresaliente para Amanda Sun y sus Dioses de Papel!

SOBRE LA AUTORA:
Amanda Sun creció en Deep River, Canadá, un pequeño pueblo rodeado de bosques donde la vida se centra en saber qué hacer si ves a un oso o a una mofeta. Empezó a leer novelas de fantasía a los 4 años y a escribir en cuanto pudo sostener un lápiz.
Amanda habla varios idiomas y podría escribir tu nombre en jeroglíficos si se lo pidieras. Estudió arqueología pero finalmente no se dedicó a ello porque tenía miedo a las arañas y prefirió desenterrar historias fascinantes a salvo desde su comedor. Ahora vive en Toronto con su familia.
Tinta, su primera novela y primer volumen de la saga Dioses de papel, está inspirada en el tiempo que pasó en Japón.

NOTA: 10/10.

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